Las empresas se encuentran en un momento de cambio donde hay que poner en valor a las personas. Buscamos equipos que se adapten a un nuevo paradigma en el cual se necesita creatividad, flexibilidad, donde las personas puedan vivir la organización y se la crean. Donde hay libertatd en la manera de hacer y en la manera de crear, inevitablemente surge conflicto. En este sentido, la mediación se postula como una fórmula para la resolución de conflictos en la empresa.
Donde hay libertad en la manera de hacer y en la manera de crear, inevitablemente surge conflicto
Estas nuevas empresas, para poder aprovechar todo el potencial que tienen las personas, tienen que dar un paso más y estar decididas no solo a gestionar los conflictos, sino a ir al paso anterior, que es reconocer que los tienen.
La mediación ha venido para quedarse
No hay marcha atrás. Cada vez son más las organizaciones que saben que sin una gestión de conflictos efectiva no podrán competir en el mercado.
No podemos dar la espalda a esta realidad, las personas que forman la empresa deben adquirir habilidades para gestionar los conflictos, en especial los mandos intermedios y directos, y podemos hacerlo de manera creativa, empezando por invitar a las personas a hablar, imaginando las realidades con las que les gustaría encontrarse y viendo qué puede poner cada una de ellas.
Pero no nos engañemos, aprender a resolver conflictos requiere de una formación específica, requiere de hábito y requiere de intencionalidad. Aún así, existirán conflictos que necesitarán la intervención de un tercero neutral, alguien ajeno a la organización, el mediador.
La mediación es útil en todo tipo de conflictos en la empresa, ya sean organizacionales laborales o mercantiles. En todas ellas, la resolución del conflicto provoca una satisfacción que el resto de alternativas, como los juicios, no puede otorgar. Además, paradójicamente, la mediación aplica justicia.
Las empresas deben ser valientes y reconocer que necesitan habilitarse en resolución de conflictos, ¿tú qué crees?
Montse Mir Martín
