La importancia del storytelling cuando preparamos una propuesta competitiva

Actualmente, son muchas las convocatorias de I+D+i que las empresas, universidades y centros de investigación tienen a su alcance. Todas tienen características comunes, pero hay una que, recientemente, en particular en el caso del Instrumento Pyme, es muy relevante: la alta competitividad, que supone que, aunque las propuestas superen el mínimo exigible (una nota de 13 sobre 15) a menudo no reciben financiación. Esta competitividad se traduce en una tasa de éxito alrededor del 8% para la fase 1 y del 6% para la fase 2.

Por esta razón, cada vez más las técnicas de marketing cobran más importancia. Explicar un modelo de negocio o un nuevo producto que no existe es como explicar un cuadro solo con palabras. Narrar una historia sobre cómo crea valor este nuevo modelo/producto es como ponerle colores a una tela, la hace tangible.

La escritora Maya Angelou decía una frase que sintetiza en gran parte la esencia del storytelling: “La gente olvidará lo que dijiste, también olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo les hiciste sentir”.

Y es que todos tenemos una historia. Siempre hay algo que se puede explicar; incluso antes de implementar algo, el primer paso es crear un argumento convincente e interesante de forma sencilla para que los evaluadores puedan entender la propuesta.

El Storytelling es el arte de explicar una historia por medio de un lenguaje basado en emociones, y presentarla de una manera que transmita a los evaluadores la capacidad de interiorizar y de comprender lo que se quiere hacer, consiguiendo crear empatía. La gran historia de tu empresa debe focalizarse en:

  • ¿Qué ofreces y cómo ofreces valor? Qué problemas solucionas y qué necesidades resuelves.
  • A quién: tus clientes deben ser coprotagonistas de la historia.
  • ¿Por qué eres diferente?: por tu marca, tu equipo, los valores…

Con estos tres elementos claros, ya podemos desarrollar el guion de la historia. Es importante tener en cuenta estos elementos a la hora de estructurar la propuesta, desde lo abstracto hasta la última sección de la propuesta, en particular en el resumen ejecutivo. De esta manera, podemos cautivar a los evaluadores desde el principio.

 

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