A menudo nos planteamos el dilema de si hacer una sesión fotográfica comercial es una inversión o un coste para una empresa (ver post: Marketing para PYMES: Resultados para una baja inversión ).
Nosotros siempre repetimos la respuesta: bien hecho, es una inversión con mucho retorno. Es con el marketing visual que podemos conseguir que la sesión fotográfica de nuestros productos se convierta en un éxito con resultados comerciales.
Sabemos de jóvenes empresas que han arruinado una colección de temporada (colección que les ha costado mucho dinero) para no invertir en una buena sesión de fotografía, y también el caso contrario: negocios que, invirtiendo en imagen, han conseguido aumentar ventas (hasta un 40% en un año) y, además, dar una imagen de empresa grande cuando apenas empezaban a funcionar.
Como con el resto de tácticas de marketing, cuando nos planteamos hacer una sesión fotográfica lo primero que tenemos que hacer es saber qué queremos: que vendemos, a quien (nuestro público objetivo), y qué imagen o posicionamiento queremos darnos; Es necesario que reflexionemos sobre las sensaciones que queremos aportar a nuestros clientes, como valor añadido, cuando compren nuestros productos, es decir, que queremos transmitir y enseñar.
Una vez establecidos los objetivos, planteamos al cliente diferentes propuestas para llevar a la práctica. Y una vez estamos de acuerdo con la línea a seguir y las fotos a hacer, entonces podemos empezar a disparar.
Con el marketing visual también debemos aplicar lo que establecer objetivo, estrategia y acción; así, si una sesión de fotos se ha planificado bien, el éxito está prácticamente asegurado.
La foto que ilustra este reportaje es de la sesión de fotos que hicimos para el catálogo de invierno de Milou & amp; Pilou.
Marc Vidal / La Fotográfica
