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La nueva legislación de protección de datos, una oportunidad para establecer buenas prácticas en el envío de newsletters

El próximo 25 de mayo entra en vigor el RGPD, que exige el consentimiento expreso de los suscriptores a tus newsletters para recibir comunicaciones. Esto supone que ya no será válido el consentimiento tácito o por omisión. Debes tener en cuenta este aspecto a la hora de gestionar la base de datos de contactos a quien envías tus newsletters porque quizás algunos de ellos los conseguiste mediante este tipo de consentimiento no explícito, que podía ser válido hace años, pero ahora ya no lo será.

Esto, que puede parecer un inconveniente para tu estrategia de envíos, en realidad es una muy buena oportunidad para establecer buenas prácticas en el envío de newsletters.

Les podemos enviar un correo preguntándoles directamente si nuestros contenidos siguen siendo de su interés

En este sentido, es muy recomendable trabajar en nuestra base de datos de contactos periódicamente para hacer acciones con nuestros suscriptores que nunca abren nuestros correos. Se trata de reactivar el interés de los suscriptores cuyo compromiso con nuestros newsletters es bajo o nulo, enviándoles una campaña de re-compromiso o re-engagement. Por ejemplo, les podemos enviar un correo preguntándoles directamente si nuestros contenidos siguen siendo de su interés.

Así, dar de baja a los suscriptores que no tienen relación con nosotros no es un paso atrás, es una buena práctica que nos permitirá mejorar los resultados

Así, nos podemos plantear las acciones que obligatoriamente tendremos que poner en práctica para obtener el consentimiento expreso como una campaña de re-engagement. Es probable que, después de estas acciones, la base de datos de suscriptores se reduzca, pero este hecho, lejos de ser un inconveniente te proporcionará una base de datos más pequeña pero mucho más eficiente, donde tus contactos serán más afines y estarán más comprometidos con tu empresa. Por lo tanto, tus envíos serán más efectivos.

Hemos de admitir que el número de suscriptores no es señal de éxito en una campaña, lo es la apertura del e-mail, los clics, las interacciones. Así, dar de baja a los suscriptores que no tienen relación con nosotros no es un paso atrás, es una buena práctica que nos permitirá mejorar los resultados.

Otro aspecto positivo a tener en cuenta es que mejorarán nuestras estadísticas de apertura y clics, y esto tiene importancia porque la reputación de nuestros envíos también se verá aumentada. Ten presente que una mala reputación por parte de tu remitente puede hacer que tus correos caigan directamente en la carpeta de correo no deseado.

Este cambio legislativo nos empuja a tener bases de datos de mayor calidad, a trabajar de una forma ética

Además, ello puede suponer un ahorro económico: a menos suscriptores, más barato puede ser el plan que tengas contratado con tu proveedor.

Incluso genera un beneficio ambiental para el ahorro en consumo energético y en uso de servidores, cables y toda la infraestructura que supone la era digital.

En resumen, este cambio legislativo nos empuja a tener bases de datos de mayor calidad, a trabajar de una forma ética, y a que los consumidores reciban solo información de campañas relevantes para ellos.

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