Las postrimerías del año 2017 generaron una noticia de gran importancia para todos los trabajadores autónomos del país: por primera vez en los últimos diez años, la ley reguladora del trabajo autónomo, la famosa LETA, era objeto de una reforma ambiciosa, en cuya negociación Autònoms PIMEC tuvo un papel muy relevante. Como ya dijimos en su día, esta reforma (parcial) ha sido lo suficientemente importante para poder hablar de un antes y un después en la vida del trabajador autónomo, pero bajo ningún concepto ha sido la reforma integral necesaria sobre la realidad actual del trabajador autónomo, y, muy especialmente, sobre su futuro, lo que, a pesar de ser urgente, una vez más ha quedado pospuesto. Aún menos ha sido una reforma que haya partido de haber colocado al TA en el centro de la reflexión.
El pasado 21 de marzo, Autònoms PIMEC tuvo la oportunidad de comparecer ante la subcomisión para el estudio de la reforma del RETA, en el Congreso de los Diputados. Durante el largo proceso de negociación de la reforma parcial de la LETA, esta subcomisión, creada en principio para tratar al margen de la negociación global el tema de las coberturas del sistema (en particular para las pensiones, pero no únicamente) y su suficiencia financiera, se convirtió, en la práctica, en un verdadero “cajón de sastre” en que se acaban incluyendo los temas más controvertidos, o sobre los cuales no había una unanimidad fácil. Los legisladores eran conscientes de que no se podían permitir finalizar las negociaciones sin un acuerdo, pero tampoco querían aprobar nada por una mayoría simple que permitiese a los grupos políticos que no entrasen en el acuerdo poder criticarlos con facilidad. Este es el signo de nuestros tiempos. Esperamos que los resultados de las deliberaciones de la Subcomisión no hagan buena la famosa frase atribuida a Napoleón Bonaparte según la cual, “si quieres que una cosa no se haga, encárgala a una comisión”.
Nuestra comparecencia estuvo estructurada en tres partes bien diferenciadas. En una primera, a modo de introducción, denunciamos una imagen que últimamente se ha trasladado a los medios, unas veces fruto de los prejuicios, otras por simple ignorancia. Consiste en denunciar la supuesta insolidaridad de los autónomos, que quedaría ilustrada y directamente demostrada, más allá de toda duda, con el famoso dato de que más del 85% de los trabajadores autónomos cotizan por la base mínima.
Pese a esta situación, que debería preocupar más que ser utilizada para desprestigiar al autónomo, el hecho de que las pensiones que éste cobra sean más de un 40% de media más bajas, y de que sus días de baja laboral son casi tres veces menos que los de los trabajadores por cuenta ajena (siendo su contribución por este concepto más elevada), o que el famoso “paro” del autónomo prácticamente no existe, recomendamos, y así lo hemos exigido, que se encargue a un grupo de expertos que hagan los números con rigor, y que difundan sus conclusiones.
En la segunda parte hicimos una serie de recomendaciones en relación al esquema que determinaba el objeto de la subcomisión y que a continuación os anunciamos someramente:
- 10 propuestas que confeccionó nuestra Comisión Economicofiscal sobre cuestiones fiscales y de trabas administrativas,
- una propuesta y comentarios generales sobre la idoneidad de transitar hacia la contribución ajustada a los ingresos reales de la persona, siempre sobre la base de la voluntariedad de estos cambios, e introducir más elementos de solidaridad en el sistema protegiendo la libertad y el margen de maniobra que el autónomo tiene para decidir cuestiones básicas que afectan a su futuro,
- una recomendación firme de dar apoyo, de forma decidida y sin muchos límites, a la extensión de la compatibilización de la percepción de las prestaciones con el mantenimiento de la actividad. Demostramos que, sin un incremento de la tasa de empleo -y en particular de la tasa de empleo de las personas de 55 y más años-, la sostenibilidad del sistema de pensiones en general quedaría comprometida. Y, en este sentido, el envejecimiento y la jubilación activa son una prioridad que no se debería desatender,
- la constatación de que será inevitable acabar utilizando toda la vida laboral para calcular la prestación,
- matices al objetivo declarado por la subcomisión de equiparar derechos entre el RETA y el RG. Creemos que igualar condiciones -y menos de forma no voluntaria- no es el mecanismo adecuado. Defendemos, no obstante, harmonizar la proporción en ambos regímenes entre esfuerzo relativo y prestaciones relativas, de forma que, manteniendo las diferencias entre los sistemas, estos sean igualmente generosos en relación con la contribución que piden a la persona.
Finalmente, decidimos dedicar la tercera parte de nuestra exposición a identificar un reto de primera magnitud que afecta ya al trabajador autónomo y al pequeño empresario, y que creemos que requiere una reacción inmediata: el que se deriva de la digitalización de casi todos los modelos de negocio. Esta revolución plantea a su vez amenazas a quien no se adapte, y excelentes oportunidades a quien sí lo haga. En este sentido, desde Autònoms PIMEC solicitamos la ejecución de un verdadero plan global de formación y apoyo en habilidades digitales, con el fin de combatir la brecha salarial digital, y que constituirá la clave de la empleabilidad futura de las personas y de la viabilidad de muchos pequeños negocios. Estas habilidades, en una proporción muy elevada se aprenden, como todos aprendimos la ofimática de nuestros compañeros. Y si algo caracteriza la mayoría de los miembros de un colectivo tan heterogéneo como el de los autónomos, es la soledad. Tres de cada cuatro autónomos del país no tienen un equipo en quien apoyarse. La economía digital en general será un elemento de indispensable atención en el éxito de los nuevos negocios, pero también para muchos negocios ya consolidados que pueden caer en el error de pensar que la cosa no va con ellos. Porque es una revolución que afectará de forma transversal a todos los sectores, porque abre oportunidades interesantes para las pequeñas dimensiones, y porque es de aquellos retos que no puedes eludir: o lo abrazas y sales adelante, o lo ignoras e irás hacia atrás, por la simple razón de que él te ignorará a ti. Pero este tema da para un nuevo artículo.