“Estamos pagando la electricidad tres veces más cara respecto a lo que pagábamos a comienzos de 2021”

  • Las pymes y los autónomos se ven obligados a repercutir a los clientes parte del aumento del precio del gas y la electricidad, así como los incrementos de los proveedores
  • Una encuesta de PIMEC destaca que el 62% de las empresas se verán afectadas por el encarecimiento de precios, y que un 16% no podrán seguir con su actividad  
  • La organización empresarial reclama una configuración de precios justa, que no permita rentas excesivas, con el objetivo de evitar un desequilibrio dentro del tejido empresarial 

“Hemos sufrido en los últimos meses un incremento de los costes energéticos de entre el 80% y el 90%”. Así de rotundo se muestra Manel Llaràs, propietario de dos hornos de productos artesanos en el centro de Lleida, que funcionan con gas natural. La empresa de recubrimientos de piezas metálicas Caypi también ha tenido que afrontar un fuerte incremento, “porque los costes energéticos suponían el 6% el 2021 y hoy representan un 18-20%”, destaca el gerente de la compañía, Josep Soto. Es decir, “estamos pagando tres veces (253%) por encima del coste que teníamos a inicios de 2021; nos encontramos ante una fuerte incertidumbre a la hora de poder ofrecer nuevos proyectos, con un problema de liquidez inmediata”, afirma. 

Así, el incremento espectacular de los precios de la energía en Catalunya se ha ensañado con pymes y autónomos. Según una encuesta de PIMEC realizada en febrero, el 62% de las empresas se pueden ver afectadas por el encarecimiento de precios energéticos, y un 16,4% tendrían dificultades para seguir con su actividad. Este último porcentaje supone que pueden estar en riesgo unos 320.000 puestos de trabajo. Más de la mitad de las empresas han visto aumentado el precio de la energía en más de un 50% y algunas han sufrido incluso incrementos del 200%. 

Hay que tener presente que para el 36% de empresas de la encuesta el peso del gasto energético supera el 10% de los ingresos, y que el 42% no tienen la información sobre si la electricidad que pagan es en baja o alta tensión y no saben cómo pueden mejorar sus costes energéticos.

El aumento del recibo de la electricidad y el gas ha repercutido directamente en los gastos fijos de las pymes y prácticamente todas las materias primas de los proveedores también se han encarecido. En el caso de la panadería de la familia Llaràs, “todos los productos que compramos han registrado un incremento de precios de entre el 25% y el 35%”, argumenta Llaràs, que lo ejemplifica con la harina, que ha duplicado precios. También se han hecho notar otros efectos colaterales, pero igualmente importantes, como la escasez de algunas materias primas y el incremento del precio del transporte, que en algunos casos ha superado el 50%, afirma Josep Soto. 

Ahorrar y reestructurar la producción 

Después del diagnóstico, Llaràs pasa a desgranar las medidas que ha tomado para paliar todos estos inconvenientes: “Lo primero que hicimos fue intentar ahorrar en electricidad, parando alguna nevera del obrador, pero esto ha tenido poco impacto en la factura de la luz”. Y en cuanto al gas natural, “hemos parado el horno de más consumo, y hemos pasado la producción a dos hornos más pequeños”. Con esta última medida, Llaràs sí que ha notado un ahorro importante, teniendo en cuenta que los hornos funcionan con gas desde hace más de 25 años, “porque pensamos entonces que, como el horno estaba situado dentro de la ciudad de Lleida, el gas era el tipo de energía más limpia y más respetuosa con los vecinos”, explica el empresario. 

Con todo ello, el incremento del coste energético ha supuesto que los dos hornos de Lleida se hayan focalizado en mantener la actividad de más valor añadido, como la pastelería y la bollería. El resultado final ha sido que la empresa se ha visto obligada a repercutir una parte del aumento de costes a los clientes. En este sentido, el estudio de PIMEC indica que el 24,5% de las empresas repercutirá el encarecimiento de la energía en su producto final: el 38% en el caso de la hotelería y restauración y el 28% en el caso de las compañías industriales. 

Según Josep Soto, de Caypi, “es imposible asumir un golpe como este sin repercutirlo. En nuestro caso lo hemos traspasado a todos los clientes sin excepción”. El problema añadido “es que los precios los modificamos en enero y durante estos meses el coste de la energía ha seguido subiendo, lo que puede suponer que será necesario un nuevo incremento, con el riesgo que ello representa de perder algún cliente”, señala. 

Dejar de pagar los platos rotos 

Ante este aluvión de problemas, tanto Llaràs como Soto reclaman que “hay que limitar los precios energéticos y dejar de calcular precios a través del coste marginal. En momentos excepcionales hacen falta medidas extraordinarias. Las pymes tienen que dejar de pagar todos los platos rotos mientras las eléctricas presentan facturaciones y beneficios históricos”. 

En este sentido, con los resultados de la encuesta, desde PIMEC se ha elaborado una batería de propuestas para mejorar la situación. En primer lugar, la configuración justa de precios para evitar rentas excesivas que reviertan en un desequilibrio que afecta a la competitividad y la viabilidad. Hay que modificar el sistema de fijación de precios, porque la configuración actual da unos resultados excesivos de 76.659 millones, que suponen un coste de 1.700 euros per capita. En segundo lugar, excluir el gas natural del sistema de fijación de precios marginalista en el mercado mayorista de la electricidad, dado que su precio puede ser el responsable de más del 50% del aumento. También medidas fiscales para capturar algunos de los rendimientos que obtienen ciertos generadores de electricidad, tal como propone Europa, y potenciar la inversión en renovables. 

Cañete trabaja en la creación de un comité técnico socioeconómico con el Govern y los agentes sociales para activar la recuperación económica 

El presidente de PIMEC, Antoni Cañete, propuso el pasado mes de marzo al conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, la creación de un comité técnico socioeconómico formato por el Govern y los agentes sociales más representativos, con el fin de tomar decisiones y potenciar la actividad económica en la salida de la crisis. Cañete ha solicitado la constitución de este organismo, que podría tener como referencia la activación del Procicat durante la pandemia. 

El máximo responsable de PIMEC ha expuesto al conseller Torrent los problemas que tienen las pymes y los autónomos para mantener su actividad, especialmente las consecuencias derivadas del incremento de precios de la electricidad, durante el encuentro celebrado en la sede de ACCIÓ con el conseller y una representación de pymes catalanas de diferentes sectores y territorios. El presidente de la patronal ha reclamado “una apuesta decidida por la transición energética y garantizar un modelo equilibrado y respetuoso con el entorno”. 

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