La reputación o buen nombre comercial en Internet es un activo intangible de las empresas. Determina la percepción del público en relación con un negocio, los servicios que ofrece y su posicionamiento en el mercado.
En Internet, ¿tienen derecho al olvido las empresas? ¿Y derecho al honor? Derecho al olvido no, puesto que ampara solo a personas físicas, pero sí derecho al honor. El derecho al honor de las personas jurídicas viene reconocido por la doctrina y jurisprudencia constitucional desde 1995.
Algunos ejemplos de ataques a la reputación online de las empresas podrían ser: ataques SEO clásicos (enlaces con Anchor Text negativos – enlaces basura); Google Suggest; reseñas negativas; trolls en foros y redes sociales; manipulación informativa; etc. La prueba, sin embargo, no resulta en absoluto sencilla. Demostrar el impacto que una noticia o un comentario han tenido en las ventas o en los clientes puede resultar muy complejo judicialmente.
En primer lugar, para proteger la reputación online de mi empresa lo que se debe hacer es intentar ejecutar acciones preventivas no relacionadas con el derecho. Monitorizar la red a diario, en busca de comentarios negativos infundados sobre nuestro negocio, es fundamental para poder reaccionar a tiempo ante una crisis reputacional. Asimismo, es necesario crear contenido original y de calidad, que posicione la marca en los buscadores.
Legalmente, ¿qué podemos hacer?
Comenzando por la vía más rápida/simple/económica y finalizando por la más lenta/compleja/costosa:
1.- Solicitar a los buscadores (Google; Bing; Yahoo; etc.) que desindexen los contenidos que atacan el honor de nuestra empresa. Remitirles los enlaces en los cuales se constata el ataque infundado a la reputación de la marca comercial y argumentar jurídicamente su obligación de desindexar.
2.- Solicitar al propietario del SITIO WEB que elimine el contenido. Acudir al aviso legal para dirigirnos formalmente al propietario.
3.- Remitir una reclamación extrajudicial a la persona que está menoscabando el honor de nuestra mercantil, solicitándole la retirada inmediata del contenido en cuestión.
4.- Acudir a los Tribunales de Justicia. En todos los casos, se sopesará qué derecho prevalece, honor vs expresión e información. En relación con el de expresión, la justicia ha rechazado que la crítica legítima ampare la utilización de términos injuriosos innecesarios, desproporcionados o que no responden al interés general. La falta de veracidad hace decaer el derecho de información.
La extensión de las tecnologías de la información y la comunicación ha cambiado el entorno, de tal manera que las compañías están obligadas a saber qué se dice de ellas y a adoptar medidas para protegerse legalmente ante ataques infundados a su marca y reputación online.