La gran importancia de SEPA para la economía catalana

Pere Brachfield, director Brachfield & amp; Morosólogos Asociados

La creación de la Unión Económica y Monetaria y la introducción de los billetes y monedas en euros han sido hitos decisivos para la existencia de un mercado único en la Unión Europea . Desde la introducción del euro, en enero de 2002, en todos los países de la eurozona es posible realizar pagos en efectivo en la misma moneda con la comodidad y sencillez con la que se efectuaban anteriormente los pagos en las respectivas monedas nacionales.

Para que la introducción del euro como moneda única fuera completa, era necesario que particulares y empresas pudieran efectuar también sus pagos en toda la zona del euro sin necesidad de tener que utilizar el efectivo

Esto implicaba, por tanto, buscar una fórmula para hacer posible la emisión y recepción de pagos desde una cuenta única en cualquier lugar de la zona mediante un único conjunto de instrumentos de pago de manera que todas las operaciones (domésticas y transfronterizas ) presentaran las mismas condiciones de facilidad, coste, eficiencia y seguridad.

Sin embargo, en el ámbito de los pagos que no se hacen en efectivo, permanecía una situación de fragmentación en los procesos de pago minoristas de la UE que, en última instancia, dificultaba la práctica la culminación de este objetivo ya que a Europa existían fronteras bancarias entre los países para el libre intercambio de los pagos en euros. Para contribuir a paliar esta situación, las autoridades bancarias y los Estados de la UE promovieron, en 2002, la creación de la Single Euro Payments Area, (SEPA) o sea la Zona Única de Pagos en Euros.

¿Qué es la SEPA?

La SEPA es la zona en la que ciudadanos, empresas y otros agentes económicos pueden hacer y recibir pagos en euros, con las mismas condiciones básicas, derechos y obligaciones, y ello con independencia de su ubicación y que estos pagos impliquen o no procesos transfronterizos , es decir, que hayan tenido lugar entre diferentes países.

La SEPA se basa sólo en tres instrumentos de pago

  • Las transferencias SEPA, que sustituyen las transferencias nacionales.
  • Los cargos directos SEPA, en sustitución de los cargos domiciliados domésticos
  • Las actuales tarjetas bancarias de pago. Estos instrumentos de pago no diferencian entre el uso nacional y transfronterizo, cumplen estándares internacionales.

La SEPA supondrá un nuevo panorama europeo de pagos al por menor caracterizado por un mayor grado de integración. Esto implicará que las operaciones en euros de los instrumentos regulados por SEPA quedarán sujetas a un conjunto uniforme de estándares, reglas y condiciones y que las mismas podrán, en consecuencia, ser procesadas con la misma facilidad, rapidez, seguridad y eficiencia con que lo son actualmente dentro de los mercados nacionales.

La SEPA no se restringe a los países que han adoptado la moneda única, sino que abarca a todos los 28 miembros de la UE, así como Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, San Marino y Suiza. Hay que tener en cuenta que algunos países que usan el euro no se incluyen todavía en la SEPA, a saber: Andorra, Kosovo, Montenegro y la Ciudad del Vaticano.
El programa SEPA está apadrinado por la CE, por BCE con la ayuda de la EPC European Payments Council (Consejo Europeo de Pagos CEP), que dicta los normas de los sistemas de pago en Europa. La SEPA pretende como principal objetivo que no haya diferencias entre los pagos nacionales y los transfronterizos por lo que se le llama informalmente ‘Unión Europea de sistemas de pago’.

Los principales beneficios derivados de la implantación de SEPA son

  • Homogeneización de servicios de Cobro y Pago en euros.
  • Nace la posibilidad de utilizar una sola cuenta bancaria para operaciones en euros dentro de la zona SEPA.
  • Desaparece la diferencia entre pagos nacionales e internacionales.
  • Se establece una mayor protección para los usuarios de servicios de pago.
  • El uso de estándares comunes, que permite mejoras de eficiencia en los procesos de ejecución de pagos y redundará en mayor competencia.
  • El potencial desarrollo de innovaciones en el ámbito de los instrumentos de pago.
  • La desaparición de barreras para la ejecución de pagos internacionales.

Con la creación de la SEPA no sólo se pretende mejorar la eficiencia de los procesos de ejecución de pagos entre los distintos países del área del euro, sino que, a su vez, se persigue desarrollar una serie de instrumentos, estándares, procedimientos e infraestructuras comunes para todos. Esta mayor armonización hará que ya no haya diferencias entre los pagos nacionales y transfronterizos, y reportará considerables beneficios para la economía y la sociedad en su conjunto, en línea con los objetivos políticos fijados en el Plan de Acción para los Servicios Financieros de la Agenda de Lisboa de 2000.

Para conseguir el objetivo de SEPA de mejorar los procesos en la realización de pagos en euros entre los diferentes países, ha sido necesario desarrollar instrumentos, estándares, procedimientos e infraestructuras comunes. Las autoridades europeas decidieron que fueran sólo tres los instrumentos de pago comunes: las transferencias bancarias, los adeudos domiciliados y las tarjetas de pago. Consiguientemente SEPA supone un nuevo escenario caracterizado por una armonización en la forma de hacer pagos en euros mediante el empleo de estos tres grandes tipos de instrumentos electrónicos.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

*

Previous Story

Una sentencia de la UE considera il • legal la renovación de contratos temporales de manera sucesiva

Next Story

La República de Kazakhstan, importadora de productos y equipamiento tecnológico

Latest from Competitividad