Lejos del buen gobierno de las instituciones

Los medios de comunicación de todo el mundo se han hecho eco de las acciones de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, después de que el equipo femenino español ganara el Mundial.

Las actuaciones de Rubiales generan una imagen internacional y nacional lejos de la que deberíamos tener, desde un punto de vista empresarial e institucional, y nos obliga a pronunciarnos, de forma enérgica y contundente, contra todas las formas de abuso , acoso y violencia contra las mujeres.

Desde la Comisión Mujer y Empresa de PIMEC, y también desde la sectorial PIMEC Deportes, hemos lamentado y denunciado el esperpéntico espectáculo en la gestión de estos hechos, y sus consecuencias para la credibilidad, responsabilidad y buen gobierno que debe tener cualquier institución y, en concreto, las que representan valores tan importantes como son los del deporte y el trabajo colectivo e individual.

Los representantes institucionales que rigen el mundo del deporte están obviamente sujetos a la legalidad y la igualdad que proclaman las leyes, así como a los valores que como sociedad nos rigen.

Éstos deben velar por el bienestar y la dignidad de todo el conjunto de personas a las que lideran, y deberían tener comportamientos ejemplares ejercidos, responsablemente, desde gobernanzas íntegras y éticas.

Por todo ello, quiero poner de manifiesto la necesidad de una actuación colectiva para consolidar una sociedad justa y genuinamente comprometida con los derechos a la igualdad y al buen gobierno de las instituciones, que permita el crecimiento de todas las personas en igualdad oportunidades.

Será necesario el compromiso de todas las entidades y de todos los poderes públicos para poder impulsar, sin ningún tipo de demora, los cambios estructurales que garanticen que todas las instituciones, no sólo las del deporte, son entornos profesionales participativos, transparentes y democráticos.

Por eso quiero reiterar la importancia de hacer efectivos los cambios que nos permitan tener una representación y unas actuaciones, en el fútbol en particular y el deporte en general, alineadas a nuestros tiempos ya los más altos estándares de conducta.

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