Las empresas de trabajo temporal (ETT) son agencias de recursos humanos especializadas en trabajos de duración determinada. Se pueden utilizar por acumulación de tareas, obras o servicios determinados o contratos de interinidad. Disponen de una base de datos con currículums de varios perfiles profesionales; entonces la empresa contacta con una ETT para incorporar un trabajador de manera temporal y ésta se encarga de buscar el candidato más adecuado en su base de datos.
Existe, pues, una triple relación laboral: entre el trabajador y la ETT, ya que ese es contratado por esta empresa mediante un contrato laboral; entre la empresa cliente y la ETT hay una relación mercantil, que se manifiesta mediante el contrato de puesta a disposición, en la que la segunda selecciona, forma y contrata trabajadores para realizar funciones a la primera. Y finalmente, entre la empresa cliente y el trabajador hay una relación funcional, en la que este último realiza funciones para la empresa, y ésta tiene el poder de dirección e instrucción sobre él.
En Catalunya las necesidades de las empresas para poder hacer frente a un mercado cambiante y exigente han hecho que el uso de las ETT vaya en aumento. Actualmente, en nuestro entorno empresarial los modelos de producción y las plantillas deben adaptarse en ocasiones rápida y constantemente para afrontar los retos diarios que genera el propio mercado. Y una manera de llevarlo a cabo también es mediante la contratación temporal, una modalidad de trabajo muy arraigada en países como el Reino Unido, Australia o los Países Bajos pero que cada vez se practica más en todo el mundo y en varios sectores, en función de las necesidades estratégicas.
Si analizamos por comunidades autónomas, según la fuente Asempleo (patronal de las empresas de trabajo temporal), Catalunya es la comunidad autónoma con más facturación en el sector (datos de 1 de enero a 30 de noviembre de 2019), con un total de 921.823.708 €; seguida de Madrid, con 615.351.365 €, y la Comunidad Valenciana, con 318.515.981 €. Las comunidades con menos facturación son, por este orden, Islas Baleares (17.602.219 €), Extremadura (26.905.283 €) y La Rioja (35.982.373 €). Si tomamos desde el 1 de enero hasta el 30 de noviembre de 2019, la facturación total del sector ETT en España ha sido de 3.878.308.086 €, un 3% más que en el mismo periodo del año 2018.
Si hacemos un estudio por sectores de actividad nos encontramos que donde se firman más contratos de puesta a disposición (CPD) es la industria manufacturera, seguido de la ganadería, la agricultura y la pesca; después tenemos transporte y logística, y en el cuarto lugar, hostelería (fuente Ministerio de Trabajo y Asempleo).
En cuanto a la dificultad de encontrar perfiles, y según el estudio interno de la multinacional Gi Group como ETT y proveedor global de recursos humanos, actualmente los más demandados son los que requieren una formación profesional técnica superior, y no tanto grados universitarios. Estamos hablando de oficios manuales cualificados (electricistas, carpinteros, soldadores, albañiles, fontaneros…). Son muy difíciles de encontrar por parte de las empresas. En segundo lugar, hablamos de técnicos (operaciones, mantenimiento, técnicos de producción…). Y, en tercer lugar, profesionales tipo abogados, investigadores y jefes de proyecto. Otros perfiles muy difíciles de encontrar son los de IT, auditores, comerciales e ingenieros.
En referencia al futuro de las ETT, y dado que cada vez se incrementa más el uso del trabajo temporal, puedo decir que será clave, ya que juegan un papel esencial a la hora de aglutinar las necesidades de la economía y de los trabajadores. En promedio, uno de cada tres trabajadores que empiezan con contrato temporal acaban formando parte de las plantillas de las empresas clientes. También hay que añadir que ayudan a la inserción laboral tanto desde el mundo académico como desde el paro. Por ello, de cara al futuro puedo concluir que el crecimiento de las ETT continúe.