Cuando una persona autónoma se pone enferma deja de facturar y sabe que su ausencia en el día a día del negocio puede tener consecuencias, como la pérdida de clientes o la acumulación de tareas pendientes. “Los autónomos tenemos la voluntad de dar continuidad al negocio, pero si fallamos, nuestro negocio también lo hace y no tenemos recambio”, afirma la presidenta de PIMEC Autónomos, Elisabet Bach. Es por este motivo que, para una persona autónoma, no siempre es fácil cuidar de su salud y priorizar su bienestar.
Tener un estilo de vida activo es una de las características de las personas autónomas, algo que hace que a menudo dispongan de poco tiempo para dedicarse a sí mismas y cuidar de su salud. Tampoco podemos olvidar que muchos autónomos y autónomas en su día a día tienen que hacer frente a grandes retos y dificultades, tienen que tomar decisiones importantes y velar para garantizar que sus negocios sean productivos, competitivos y rentables. Todo ello las lleva a tener que afrontar a menudo situaciones de estrés, inquietud e incluso ansiedad, que sin duda impactan en su salud emocional. Así pues, no solo tienen que cuidar de su bienestar físico, también del emocional.
Entre el colectivo de autónomos son habituales los casos en que, cuando hay que decidir entre priorizar la salud o bien el trabajo, se opta por la segunda opción. Lo observamos, por ejemplo, a la hora de pedir citas médicas. “Cuando una persona autónoma se encuentra mal a menudo prefiere no ir al médico porque entiende que le genera más problemáticas que beneficios”, explica Elisabet Bach en el marco del ciclo de jornadas “El ágora de PIMEC Autónomos. Bienestar para la rentabilidad de tu negocio”, tres actos que se han celebrado en los últimos meses en Lleida, Girona y Tarragona para concienciar y dar herramientas a las personas autónomas para impulsar su bienestar como elemento clave para el buen funcionamiento del negocio.
Uno de los principales motivos que hace que los autónomos y autónomas a menudo no sean partidarios de coger la baja por incapacidad temporal es la cuantía de la prestación que perciben, que es bastante inferior que la cifra que normalmente se gana con el desarrollo de la actividad. “Los datos que ofrece la Seguridad Social demuestran que las personas autónomas cogen menos la baja que el resto de trabajadores y trabajadoras. Aun así, hay que destacar que en la actualidad, gracias al Sistema Red, se han agilizado bastante las gestiones para solicitar las bajas laborales, así como su cobro”, afirma la presidenta de PIMEC Autónomos.
Las afectaciones van más allá del ámbito económico. Tal como explica Elisabet Bach, que los autónomos sean poco partidarios de coger la baja genera también consecuencias negativas a nivel emocional y físico, perjudicando todavía más su salud y bienestar.
Sin salud las personas autónomas no pueden desarrollar bien su tarea diaria, y este es uno de los elementos clave para la rentabilidad y el buen funcionamiento del negocio. Hay que cuidar de la salud a todos los niveles y tener en cuenta que la prevención también tiene un papel clave.
Mantener una buena dieta, hacer ejercicio físico y disponer de espacios de desconexión son algunas de las recomendaciones que los profesionales han hecho durante el ciclo de jornadas sobre salud y bienestar organizadas por PIMEC Autónomos con el apoyo del Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Cataluña.
“Hay que equiparar las condiciones laborales del colectivo de personas autónomas a las del resto de trabajadores y trabajadoras para poder desarrollar nuestro trabajo en igualdad de derechos y con garantías que no pongan en riesgo la competitividad, la productividad y la viabilidad de los negocios”, reclama Bach.