La atención al cliente es un elemento imprescindible para la existencia de una empresa, constituye un centro de interés fundamental y la clave de su éxito o fracaso.
Te sugiero que la comunicación entre los actores que formen parte de este servicio, sea fluida para que ésta sea eficaz y satisfactoria para tus usuarios. Las expectativas y la prestación recibida deben ir de la mano. Y es que de nada sirve una buena publicidad sobre tu empresa si a la hora de la verdad no ofreces lo que prometes . Piensa que los paraísos ficticios de la publicidad han pasar a la historia y que e el cliente de hoy en día no quiere oír mensajes alejados de la realidad .
Si tienes un problema, no quieres oír: “La empresa X es la número uno en atención al cliente”, sencillamente quieres recibir esta maravillosa atención. La experiencia real del cliente, cuando el servicio de atención al cliente es negativo, genera aún más rechazo hacia estos mensajes que subrayan un beneficio irreal. Si te cuelgas la etiqueta de una buena atención al cliente, !¡ofrecela!
La falta de comunicación entre los encargados que atienden a un cliente que quiere resolver lo antes posible una incidencia, es el problema más frecuente entre las pequeñas y grandes empresas. ¿Dónde queda entonces el eslogan de turno, donde se nos promete una solución casi instantánea?
“Si te cuelgas la etiqueta de una buena atención al cliente, ofrece-la!”
Una publicidad más cercana a la realidad será positiva para tu empresa, y propiciará que tu compañía tenga una imagen más cercana de la experiencia que vive el cliente.
Por ejemplo, si intento ponerme en contacto con una persona del servicio de atención al cliente y no resuelve mi problema pasados ??unos minutos, sino que tengo que esperar casi media hora y me mantienen a la espera con una “canción “interminable que se repite sin cesar, acabaré para elegir una de las siguientes opciones:
- O Colgar
- O Despreciar esta falsa comunicación
La atención al cliente es una situación de comunicación interpersonal. En cuanto mejor la gestiones, mayores serán los niveles de eficacia, eficiencia y calidad de la experiencia de tu cliente .
Recuerda que si cada vez que los clientes entran en contacto con tu empresa tienen una experiencia negativa con el servicio recibido, ¿por qué deberían volver a hacer negocios con ella?