El Sistema de Registro de Exportadores (REX) es un nuevo sistema de certificación del origen preferencial de los productos de la Unión Europea. Este sistema sustituirá al actual, que se basa en certificados de origen emitidos por las autoridades gubernamentales. En la actualidad, el sistema REX ya se utiliza en el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Reino Unido (2021), también con Japón (2019) y con Canadá (2017).
Este sistema se basa en un principio de autocertificación por parte de los operadores económicos que se encargan de emitir las “declaraciones sobre el origen”. No afecta a las normas que determinan el origen de las mercancías, solo influye sobre el método empleado para certificar el carácter originario de las mercancías. Gracias a este cambio de metodología, se simplificarán los trámites administrativos y se reducirá la carga burocrática.
Para poder disfrutar de los beneficios que este sistema comporta, se tiene que cumplir con una serie de requisitos. Si se cumplen, la empresa exportadora formará parte de una base de datos gestionada por las autoridades competentes del país. Cuando se disponga de un número REX (35 caracteres), el exportador lo podrá usar para todas aquellas exportaciones con régimen preferencial, siempre que el sistema de certificación de origen aplicado sea el REX.
Los certificados de origen son documentos esenciales para declarar correctamente la procedencia de los bienes en el comercio internacional. Por este motivo, el sistema REX supone un paso adelante para reducir costes en tiempo y recursos, y a la vez garantizar condiciones preferenciales en acuerdos comerciales, entre otros aspectos. A continuación, os presentamos algunos de los más importantes:
– Acuerdos comerciales preferenciales: Para poder disfrutar de condiciones preferenciales gracias a convenios bilaterales o multilaterales hay que proporcionar un certificado de origen que muestre que los bienes se califican para estas ventajas.
– Requisitos legales y aduaneros: Algunos países, para determinar la aplicación de aranceles o impuestos, requieren que los bienes importados estén acompañados de certificados de origen.
– Transparencia y trazabilidad: La posibilidad de poder rastrear el origen y la cadena de suministro de transacciones comerciales internacionales es facilitada por los certificados de origen.
– Protección contra el fraude: Los certificados de origen ayudan a prevenir el fraude en el comercio internacional. Al verificar la autenticidad del origen de los bienes, se evita que los productos sean re-etiquetados o falsificados para aprovechar ventajas ilegítimas.
– Negociación de contratos: En algunos casos, los compradores y los vendedores pueden acordar ciertas condiciones en función del país de origen de los productos. Los certificados de origen sirven como prueba documental en la negociación.
– Confianza de clientes/consumidores: Estas dos figuras normalmente muestran interés en identificar el origen de los productos que adquieren o consumen. Los certificados de origen contribuyen a verificar este aspecto y a generar confianza.
Las solicitudes para obtener el número REX se pueden presentar a través de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT). Entre otros datos, se pide si el exportador es comerciante, productor o ambas cosas, y una lista indicativa de los productos que tiene previsto exportar.
En el siguiente enlace se puede encontrar una guía elaborada por la Agencia Tributaria donde se especifican todos los pasos a seguir.