“Esto es inaceptable. Se Acabó. Contigo compañera @Jennihermoso”
Alexia Putellas – X (antes, Twitter) – 25 de agosto de 2023.
Si hay un grito que este verano se ha hecho viral, es el de nuestras futbolistas reclamando poner fin al acoso, el abuso de poder y a una manera de hacer que, desde la entidad reguladora del fútbol, ha estado perpetuando un sistema que no ha escuchado ni atendido las legítimas reivindicaciones de nuestras deportistas.
El grito de Alexia Putellas al observar la esperpéntica Asamblea General que el entonces presidente Rubiales organizó para mantenerse en el cargo, empoderó a muchas mujeres en todo el mundo para denunciar abusos y reclamar respeto, y resonó más ampliamente, también, en todas aquellas personas que sentimos un profundo agotamiento al constatar, perplejas, que hay gobernanzas institucionales tóxicas que, alejándose de los principios del buen gobierno, ejercen diferentes formas de violencia sobre las mujeres.
Hemos insistido mucho, desde estas páginas, en la necesidad de liderazgos responsables, de gobernanzas transparentes, íntegras y éticas que velen por el bienestar y la dignidad de todo el conjunto de personas a las que sirven y que trabajan para eliminar todas las formas de abuso, acoso y violencia contra las mujeres.
Tenemos que seguir insistiendo. Porque esta es todavía una asignatura pendiente: la violencia contra mujeres y niñas sigue siendo la violación de derechos humanos más extensa de todo el mundo. Las estimaciones de Naciones Unidas dicen que alrededor de 736 millones de mujeres (casi una de cada tres) ha sufrido violencia física o sexual (en España el número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó un 8,3% el 2022); y que casi el 86% de mujeres y niñas viven en países sin una sólida protección legal.
En un año en que seguimos viendo cómo, en todo el mundo, los conflictos bélicos y los extremismos políticos son tan sangrientamente crueles con niñas y mujeres, tenemos que celebrar que la Unión Europea, desde el 1 de octubre de 2023, haya asumido el Convenio de Estambul de 2011, el instrumento jurídico internacional sobre la prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Y tenemos que reclamar que se diseñen políticas, programas y acciones, con financiación adecuada y suficiente, que nos aseguren un entorno libre de violencias para las niñas y las mujeres.
Conjurémonos desde el activismo a todos los niveles para llevar a cabo una actuación colectiva que luche en contra de las múltiples formas que toma la violencia contra las niñas y las mujeres (física, verbal, psicológica, económica, obstétrica, sexual, vicaria, digital, institucional, estructural…), para consolidar una sociedad justa y genuinamente comprometida con los derechos de las mujeres que permita el crecimiento de todas las personas en igualdad de oportunidades. Hagámoslo desde la empresa, desde las instituciones que nos representan, desde la política y desde la sociedad.
Porque #SeAcabó. Porque basta ya de violencia contra las niñas y las mujeres. Porque hemos tomado conciencia. Porque merecemos algo mejor. Y, sobre todo, porque somos todos perfectamente capaces.
Maria Teixidor Jufresa – Presidenta de la Comisión Mujer y Empresa de PIMEC