Hace unos días apuntábamos algunos consejos prácticos ante el Brexit . Pero la elección democrática del Reino Unido de abandonar la Unión Europea ha generado múltiples debates e incertidumbres a nivel internacional, también en Cataluña y por eso queremos aclarar algunos elementos clave en este asunto. La pregunta principal es cómo afectará a las pymes catalanas una eventual salida del Reino Unido de la Unión Europea. La Comisión Internacional de PIMEC también ha analizado los impactos ya pesar de las incertidumbres y riesgos de esta decisión, a nivel global parece que las pymes no deberían verse gravemente afectadas siempre que haya voluntad política para superar este sorprendente evento y se pueda mantener una cierta estabilidad en el tipo de cambio.
Antes de justificar esto, veamos muy brevemente qué relación tenemos actualmente con esta economía:
- El Reino Unido es el quinto máximo comprador extranjero de productos catalanes, mientras que entre todos los países a los que Cataluña compra, el Reino Unido ocupa la sexta posición . Así pues, el Reino Unido es uno de los principales mercados internacionales para las empresas catalanas. Con toda Cataluña mantiene superávit comercial con este país, exportando alrededor de un 50% más de lo que importa del Reino Unido.
- La inversión extranjera entre estos dos territorios también es relevante, especialmente en el caso de las inversiones catalanas en el país británico, que en los últimos años han sido elevadas.
- Y finalmente, el turismo es una tercera pata de estas destacadas relaciones entre Cataluña y Reino Unido, representa el turismo británico el 10,6% en visitantes y el 9,0% del gasto turístico en Cataluña.
¿Qué impacto ha tenido la decisión de la ciudadanía británica de abandonar la UE a corto plazo y qué efectos puede tener una vez se materialice?
El anuncio del Brexit supuso una devaluación brusca de la Libra esterlina respecto al euro, pasando de 0,76793 libras por euro el 22 de junio, a 0,8075 el día 24 (devaluación del 5,1%).
Devaluación que llegaba al 11,1% el 6 de julio (0,5300 libras por euro). Pero desde entonces ya se ha corregido ligeramente esta devaluación. Por otra parte, estos valores, aunque claramente devaluados respecto los días previos al referéndum, tampoco son extraordinarios. El valor del 6 de julio, es inferior al que se observó durante prácticamente todo el año 2013, prácticamente todo el 2011, a finales de 2010 y prácticamente todo el 2009. Es decir, el referéndum ha tenido un impacto claro sobre el tipo de cambio de la libre pero se encuentra en valores relativamente normales. ¿Cómo evolucionará a partir de ahora y en la materialización de una salida del Reino Unido de la UE?
Uno de los objetivos que debería fijarse durante el periodo de salida debería ser el de establecer los mecanismos que den estabilidad al tipo de cambio.
Por otra parte, algunas empresas, tanto británicas como con relaciones directas o indirectas con esta economía pueden condicionar sus planes a corto o medio plazo por la incertidumbre que el referéndum ha generado. Pero, está fundado alarmismo que en algunos círculos se ha generado? ¿Cambiarán sustancialmente las condiciones en el comercio entre los dos territorios? Es una posibilidad, pero no parece que vaya a ser así.
A pesar de la mayoría del parlamento británico es favorable a seguir en la UE, el referéndum no era legalmente vinculante y la votación fue ajustada, parece difícil que se obvie la decisión tomada por el pueblo británico de abandonar la UE. Este cambio, sin embargo, podría alargarse en el tiempo, unos dos años según varios expertos.
Aunque algunas presiones para una salida rápida, ambas partes están interesadas en que la salida sea lo menos traumática posible y esto requiere tiempo que permitirá a las empresas adaptarse a la nueva realidad.
El Reino Unido es el tercer exportador y 6º importador de productos dentro de la UE, de manera que tanto el propio país como todos aquellos con los que mantiene flujos comerciales están interesados ??en que las relaciones se mantengan en condiciones favorables. Y por lo tanto, todo apunta a que la separación será el más amistosa posible, a pesar de algunas posturas enfrentadas actualmente entre los países afectados.
Para abandonar la Unión Europea, se necesita que el país lo solicite mediante el artículo 50 de la carta de Lisboa, abriéndose un periodo de negociación de las condiciones. Y son precisamente estas negociaciones lo que es relevante, ya que condicionarán el impacto de la salida. Así pues, algunas de las alternativas a la situación actual que permitirían minimizar los efectos son:
- Existe la posibilidad de que el Reino Unido siga dentro del Espacio Económico Europeo , como ocurre con los países de la EFTA (Islandia, Liechenstein, Noruega y Suiza), tal como ya había hecho antes integrarse en la Comunidad Económica Europea. Esto permitiría mantener los flujos comerciales entre la UE y Reino Unido sin cambios sustanciales respecto a la situación actual.
- También es posible que ambas partes estén interesadas en establecer un acuerdo de libre comercio que mantenga las condiciones actuales. Todo dependerá de la voluntad política de favorecer o penalizar el comercio. Evidentemente también podría haber represalias o trabas a este comercio pero no parece probable teniendo en cuenta la tendencia a la globalización y la libertad de circulación a todos los niveles.
Además, hay que tener en cuenta que el Reino Unido ya tiene moneda propia y no forma parte del área Schengen, por lo que la salida de la UE por parte del Reino Unido no supondría cambios en la libertad de circulación de personas ni en la moneda. Cuestión diferente es que por motivos políticos internos se quiera regular diferentemente a hasta ahora el tema migratorio o de la necesidad de visados ??; así como que los mercados o la política monetaria alteren el valor de la libra esterlina en relación al euro, lo que ya podía pasar ahora.
Por otra parte el Reino Unido aloja la sede de organismos europeos como la Autoridad Bancaria Europea, o como la Agencia Europea del Medicamento, que dejarían de estar ubicadas en este país para trasladarse a otro miembro europeo.
Cataluña se ha postulado para acoger la EMA, por lo que el Brexit podría ser incluso beneficioso para el sector farmacéutico catalán, por ejemplo.
Evidentemente, la falta de voluntad política, y decisiones proteccionistas o vengativas por parte de la UE ante la marcha del Reino Unido podrían suponer un efecto claramente negativo dificultando la circulación de productos, pero sería sorprendente que la UE prefiere penalizar sus propios ciudadanos y empresas dificultando el entendimiento con los hasta día de hoy socios británicos cuando al mismo tiempo se están negociando acuerdos de libre comercio con otros países.
Sí que hay que tener en cuenta que las incertidumbres generadas y los posibles riesgos pueden devaluar la libra, tal como ya ha sucedido con el anuncio de los resultados del referéndum. Y que este hecho puede dificultar las exportaciones catalanas o la llegada de turistas británicos por el encarecimiento relativo que esto supone. De manera que habrá que tener en cuenta estos elementos en el futuro más inmediato para no perder unos clientes que a medio plazo parece que deberían poder mantener unas condiciones bastante similares a las actuales. En este sentido, existen mecanismos para asegurar los tipos de cambio y dar estabilidad a estas transacciones que habrá que tener especialmente en cuenta.
En resumen, es cierto que el Brexit genera incertidumbres, que estas se mantendrán durante un periodo de tiempo de unos dos años y que existen riesgos, especialmente si falta voluntad política. Pero todo apunta, por interés de ambas partes, que los efectos reales deberían ser reducidos, por lo que las empresas catalanas deberían actuar con cautela a la hora de tomar decisiones en relación al Reino Unido pero sin alarmismos.
Si tu empresa tiene relaciones con el Reino Unido y el Brexit ya estás notando algún efecto, positivo o negativo, nos lo puedes explicar.