Crónica de la muerte anunciada del billete púrpura de 500 euros

Pere Brachfield, director Brachfield & amp; Morosólogos Asociados

elcordobes En la década de los sesenta, el octogenario torero Manuel Benítez Pérez, más conocido por su apodo taurino de ‘el Cordobés’ , que partiendo de la nada consiguió convertirse en uno de los más famosos representantes de la tauromaquia internacional y es considerado uno de los iconos de la década, tuvo la original ocurrencia de pesar en una báscula el millón de pesetas que había cobrado en billetes de mil por una corrida de toros. en aquellos tiempos era habitual en el mundo taurino hacer los pagos a los toreros en metálico y en aquel tiempo los billetes de mil eran los más grandes en circulación en España.

No podrán pagarse en efectivo las operaciones en las que alguna de las partes que intervienen actúe en calidad de empresario o profesional, con un importe igual o superior a 2.500 euros o su contravalor en moneda extranjera.

Vale la pena señalar que en la actualidad este tipo de transacciones está rigurosamente prohibido en España por el artículo 7 de la « Ley 7/2012, de 29 de octubre, de modificación de la normativa tributaria y presupuestaria y de adecuación de la normativa financiera para la intensificación de las actuaciones en la prevención y lucha contra el fraude » (efectivamente este es el larguísimo título de la Ley), establece una estricta limitación de pagos en efectivo respecto a operaciones mercantiles.

Sin embargo, el citado importe será de 15.000 euros o su contravalor en moneda extranjera cuando el pagador sea una persona física que justifique que no tiene su domicilio fiscal en España y no actúe en calidad de empresario o profesional.

El diestro descubrió que el millón de pesetas en billetes de mil pesaba un kilogramo y que cabía en un maletín de tamaño grande

billete 500 euros Volviendo al experimento de física aplicada que realizó Manuel Benítez, el diestro descubrió que el millón de pesetas en billetes de mil pesaba un kilogramo y que cabía en un maletín de tamaño grande y se encargó de propagar este dato en todos los medios de comunicación. Considerando la popularidad del torero, la información de que un millón pesaba un kilo se difundió a todos los niveles y, gracias a este descubrimiento científico, ‘El Cordobés’ hizo una involuntaria aportación al léxico, ya que acuñó el neologismo de un kilo para referirse al millón de pesetas. Este término fue utilizado coloquialmente durante varias décadas en España como sinónimo de un millón; expresión del habla popular que se mantuvo hasta la sustitución de la peseta por el euro a partir del 2002.

Con la implantación del euro en 2002 aparecieron los nuevos billetes de 500 euros, lo que logró que el equivalente a un millón de las antiguas pesetas, es decir 12 billetes de 500, se puedan meter en un billetero y llevar -los en un bolsillo de la chaqueta. Los billetes de color púrpura reúnen mucho valor en muy poco espacio, lo que los convierte en un instrumento perfecto para ocultar el dinero negro y para hacer operaciones fraudulentas.

300.000 euros en billetes de 500 sólo pesan 684 gramos y caben en una cartera de tamaño pequeño

Salta a la vista que para transportar en efectivo el equivalente en pesetas de 300.000 euros, los defraudadores del siglo pasado tenían que comportar un saco lleno de cincuenta kilos de billetes de mil pesetas pero en el siglo XXI, y gracias al billete púrpura, para transportar esta cantidad suficiente una cartera de mano.

Detrás de los billetes de 500 se encuentran varios miles de individuos billete-500-euros-3 con interés de blanquear dinero procedente de la economía sumergida o de actividades irregulares , por lo que no es de extrañar que en los últimos años se haya producido en España un espectacular aumento de los billetes púrpura. En cambio cientos de miles de honrados contribuyentes sólo han visto un par de púrpuras en su vida, ya que el elevado valor del billete lo hace poco apto para el uso cotidiano.

Los expertos en la persecución del blanqueo de capitales califican de escandaloso el aumento de la masa monetaria en billetes de 500 euros, ya que su uso comercial es prácticamente inexistente en no utilizarlo como medio de pago. Por lo tanto, sirven para instrumentar el dinero negro.

La mejor prueba que tenemos es que el veinte por ciento de todos los billetes púrpura en circulación de la UE están en España.

Hace algunas semanas, el Consejo del BCE ha firmado la sentencia de muerte para el billete de 500 euros, aunque es la crónica de una muerte anunciada y el inicio de una agonía lenta ya que aquellos privilegiados que tengan en su poder los codiciados billetes púrpura, podrán conservarlos y seguir utilizando como forma de pago. Según anunció el BCE en un comunicado, en la nueva serie Euro 2, que será fabricada a partir de 2018, ya no estarán presentes los billetes de 500, pero los que ya están en circulación conservarán su valor de forma indefinida y se podrán canjear en los bancos centrales de cada país sin ningún obstáculo y en un periodo ilimitado. Con todo, el BCE ha tardado catorce años en darse cuenta de que el billete púrpura facilita las actividades ilícitas. Como dice el refrán: nunca es tarde si la dicha es buena.

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