El amianto, también conocido como asbesto, había sido ampliamente utilizado en la construcción y la industria por sus grandes propiedades resistentes al calor y al fuego. Sin embargo, con el tiempo se ha descubierto que la exposición al amianto puede causar graves problemas de salud, como el cáncer de pulmón, asbestosis y mesotelioma. Ante este riesgo para la salud, Cataluña ha implementado el Plan Nacional de Erradicación del Amianto en Cataluña (PNEAC), que se enfoca en la identificación, retirada segura, la prevención de sus efectos y el impulso de un nuevo marco normativo. El Pla también contempla las obligaciones de todas las partes implicadas, entre ellas las mipymes de Cataluña.
Además, en el PNEAC se prevé un marco presupuestario, que para 2023, primer año de vigencia del Plan, se previó un fondo inicial de 10 millones de euros en el presupuesto de la Generalitat de Cataluña para actividades de erradicación del amianto, añadiéndose a las partidas asignadas para las diferentes ayudas y subvenciones que otorgan la Agencia de Residuos de Cataluña, la Agencia de la Vivienda de Cataluña o el Instituto Catalán de Energía para actuaciones que implican la retirada del amianto.
El primer paso crucial en la gestión segura del amianto es identificar los materiales que lo contienen, esto puede incluir techos, cañerías, aislamiento y otros componentes de construcción. Existen varios tipos de amianto, siendo los más comunes el crisotil (amianto blanco), la crocidolita (amianto azul) y la amosita (amianto marrón). Cada tipo de amianto presenta sus propias características y riesgos para la salud. La identificación precisa del tipo de amianto es esencial para determinar las medidas de seguridad adecuadas en el proceso de retirada.
Una vez identificado el material que contiene amianto, se tiene que proceder a su retirada segura. La retirada de amianto se tiene que llevar a cabo por empresas especializadas y autorizadas, siguiendo estrictos procedimientos de seguridad y eliminación. Esto incluye la utilización de equipos de protección personal, sellado de áreas de trabajo y la correcta eliminación de los residuos de amianto en instalaciones autorizadas.
Las empresas y propietarios que deseen deshacerse del amianto podrán solicitar ayudas económicas para hacer frente a los costes asociados. La Generalitat de Cataluña prevé un conjunto de ayudas y subvenciones para apoyar a la retirada segura de amianto en 2024, y las bases reguladoras para acceder a estas ayudas se publicarán en el DOGC durante el año próximo, como referencia, en 2023 se publicaron durante el segundo trimestre del año.
El PNEAC puede tener un impacto significativo en las micro, pequeñas y medianas empresas de Cataluña, a pesar de que la retirada de amianto es esencial para garantizar la seguridad pública, puede representar un desafío financiero para muchas pymes. Aun así, las ayudas y subvenciones proporcionados por la administración ayudarán a aliviar parte de esta carga económica.
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