“La pyme debería tener un equipo responsable de gestionar la diversidad”

Entrevista a Myrtha B. Casanova, fundadora del Instituto Europeo para la Gestión de la Diversidad. En su última obra, El Poder de la Diferencia, explica cómo la inclusión de la diversidad es un valor estratégico para la empresa porque propicia su desarrollo sostenible. Sin embargo, advierte que la pyme tiene pendiente realizar una gran transformación en este ámbito: debe saber gestionar la fuerza laboral diversa para convertirla en el recurso más valioso de la organización.

¿La pyme debe estructurar un departamento interno para la gestión de la diversidad?

La gestión de la diversidad no debe ser un departamento más de la empresa. Las pequeñas y medianas empresas y también las grandes corporaciones deben designar a un responsable o un equipo de personas para abordar la diversidad como una oportunidad de crecimiento futuro.

¿La pyme tiene conciencia de esta necesidad?

Desafortunadamente, no. En la Unión Europea trabajamos durante diez años (2000-2010) para analizar el grado de implementación de estrategias de inclusión de la diversidad en las distintas organizaciones. Un análisis que derivó en 2011 en una ley para respetarla y protegerla. Además, en 2010 realizamos un estudio que demostró que sólo el 63% de las grandes empresas en Europa eran conscientes de la necesidad de gestionar la diversidad de su fuerza laboral, que ya es diversa de por sí, y aún más actualmente, en un mundo tan globalizado. Sin embargo, tras el análisis de 25.000 pymes en Europa, se evidenció que sólo el 3% tenía conciencia y sensibilidad sobre la necesidad de gestionar la inclusión, los perfiles diversos de sus empleados, clientes, proveedores… Esta falta de sensibilización respecto a la diversidad en el seno de la pyme, y de la empresa en general, preocupa muchísimo en el mundo académico, empresarial y científico porque la pyme representa el 97% del tejido empresarial y emplea al 93% de los trabajadores en la Unión Europea. Por tanto, es de vital importancia para la sostenibilidad social y económica de todas partes que las pequeñas y medianas empresas aumenten sus niveles de eficacia e innovación potenciando las diferencias entre sus personas, para contribuir a la estabilidad y la sostenibilidad del sistema.

¿Cuál es el problema que origina esta radiografía del tejido empresarial en Europa?

Hay que entender que el comportamiento de las personas es una pieza clave para el desarrollo de la organización, y para mantener en el futuro su presencia en el mercado. Es necesario comprender la diversidad y la capacidad de tener un comportamiento inclusivo, respetar y aceptar la diversidad en todos los niveles es algo que beneficia al conjunto de la organización.

Advierte usted que la gestión de la diversidad implica inclusión, pero la sensación es que en la sociedad del siglo XXI están surgiendo muchos colectivos poco tolerantes, contrarios a la inclusión.

La inclusión será básica para la gestión de la diversidad. La diversidad ha existido a lo largo de la historia de la humanidad porque nunca dos personas han sido iguales. La comunidad científica, ya en los años setenta del pasado siglo, identificó la diversidad como factor que distinguiría el siglo XXI, porque es la causa del desarrollo humano. Por tanto, deberíamos concienciarnos de que, en lugar de crear conflictos, las diferencias nos enriquecen. Las diferentes formas de pensar, analizar, investigar, producir… si se respetan, incluyen y potencian, generan desarrollo e innovación, también en las pymes. Esto es lo que propone la ciencia de la diversidad y lo que se recoge en El Poder de la Diversidad.

¿Considera que la pandemia de la Covid-19 nos ha concienciado sobre la inclusión de la diversidad?

La situación que hemos vivido ha profundizado en algo que ya sabíamos: la globalización nos ha acercado al mundo, nos ha puesto en un clic del resto del planeta. Y consolida la base de la ciencia de la diversidad. Es decir, nos ha demostrado que la generación de innovación es el resultado de personas con perfiles diversos trabajando juntas de forma inclusiva. Como ha ocurrido, por ejemplo, con la investigación de las vacunas contra el Covid-19. Existe una diversidad de investigación que enriquece la innovación. ¿Y quién innova? Pues personas con perfiles diversos que tienen objetivos comunes y aportan las diferencias para detectar oportunidades y generar nuevas soluciones. También es imprescindible para la organización, independientemente de su dimensión, que su fuerza laboral tenga el perfil de diversidad necesario para reflejar el de sus públicos externos; tales como clientes, proveedores, accionistas, administraciones…. Todo ello con el fin de incrementar su eficacia y, por tanto, los resultados financieros y de sostenibilidad en los escenarios socioeconómicos actuales y futuros.

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