El empoderamiento femenino: el objetivo de no perder ninguna oportunidad, ni laboral ni personal

iterem es una pyme dedicada a servicios y soluciones orientadas a la gestión por procesos (BPM) y que acompaña a sus clientes en sus procesos de transformación digital.

Míriam Blanc, una de las tres fundadoras de iterem, tiene dos hijos y dejó un trabajo en el sector de la consultoría tecnológica para hacerse autónoma, ya que no podía conciliar su vida familiar y laboral. Tras dos años trabajando por su cuenta, creó iterem con sus dos socias: Aysel Palacios y Nuria Mestres. Las tres compartían los mismos valores y defienden que las personas trabajadoras deben estar motivadas e ilusionadas en un entorno laboral de confianza.

“Sabemos lo que no queremos ser, por eso hemos implantado diferentes medidas de conciliación”, comenta antes de detallar algunas de estas medidas que la empresa ha implantado desde su nacimiento, hace tres años:

  • Jornada laboral de 6,5 horas.
  • Flexibilidad en el horario de entrada y de salida y en general en toda la jornada laboral.
  • Se compensa el día del cumpleaños con un día de vacaciones.
  • Formación de los trabajadores dentro del horario laboral.
  • Se ha invertido en un espacio de trabajo céntrico en la ciudad de Barcelona, que facilita la movilidad tanto a clientes como a empleados, ya que está bien conectado con transporte público.

Además, en los próximos meses quieren seguir aportando valor añadido e impulsar otras medidas como:

  • Registrar un Plan de Igualdad. Por ley no es obligatorio en empresas como ésta, pero lo están trabajando con la ayuda de PIMEC.
  • Revisar el uso de un lenguaje inclusivo en todos los ámbitos de la empresa.
  • Impartir más formación a los trabajadores, adaptándola a cada perfil. Actualmente ya realizan formación continua.

La cofundadora de iterem afirma que es fundamental tener confianza en los trabajadores: “Tenemos un control horario porque es obligado por ley, pero no creemos tanto en los horarios, sino en que el objetivo es el cumplimiento de tareas”.

En iterem no hay opción de una jornada laboral de 40 horas. “Lo explicamos cuando hacemos entrevistas de trabajo. Personalmente, creo que nadie puede hacer las 40 horas al 100% de su capacidad de concentración y productividad y soy partidaria de hacer menos horas pero más focalizadas en tus objetivos; esto no quiere decir que no haya tiempo para hacer un café o un break”, añade. Además, la jornada de 6,5 horas para todos los trabajadores, independientemente de su género o de si tienen o no familia, es una medida de igualdad, por encima de la conciliación, que tiene un carácter más de personas con familias a su cargo.

Por otro lado, destaca que el sector de la consultoría tecnológica suele estar masculinizado. “Por cada currículum que nos llega de mujer tenemos 10 de hombres, es un sector bastante masculinizado y es un esfuerzo para nosotros tener paridad en la organización. No sé ahora mismo, pero cuando yo trabajaba en consultoría tecnológica, la gran parte del personal era masculino, sobre todo en los cargos de responsabilidad”, asegura Míriam Blanc. Al contrario, explica que el 100% de la dirección de iterem son mujeres. Por otro lado, cree que “la mejor opción son los equipos mixtos, en género y en edades”, como pasa en iterem, donde actualmente hay paridad en los cargos intermedios y el resto de personal está formado por hombres y mujeres.

Ante la masculinización de este sector, defiende que las mujeres, tengan la posición que tengan e independientemente de sus responsabilidades, “no debemos autolimitarnos, puesto que somos más capaces de lo que muchas veces creemos”. Por eso, considera que el empoderamiento femenino pasa por el objetivo de no perder ninguna oportunidad, ni laboral ni personal.

La confianza y la conciliación como elementos clave para la productividad

Ana Pérez forma parte del equipo profesional de iterem, concretamente ejerce de Project Manager. Con un perfil sénior y con muchos años de experiencia, celebra la apuesta de esta empresa por la diversidad: “A veces se puede tener la sensación de que para determinados puestos de trabajo se buscan perfiles millenials, pero en iterem los perfiles de todo el equipo son diversos y esto hace que nos complementemos”.

“Con frecuencia se piensa que las pymes no pueden aplicar medidas de conciliación por una cuestión de tamaño y de recursos, pero nuestra empresa es el ejemplo claro de que todas las empresas, independientemente de su tamaño y de su sector, pueden favorecer la conciliación de la vida personal y la laboral. Es una cuestión de voluntad”, manifiesta Ana después de explicar su manera de clasificar las empresas:

  • Hay empresas donde el dinero está en el centro.
  • Otras se centran en el desarrollo personal de los trabajadores.
  • Y otras, como iterem, aparte de este desarrollo personal trabajan para dejar una huella positiva en la sociedad, creando valor añadido.

“Todas las empresas deberían ir encaminadas a crear este valor añadido porque hay trabajos más o menos buenos, y luego hay trabajos con los que los trabajadores son felices porque sus valores encajan con los de la compañía”, argumenta, y añade que el llamado “presentismo” es uno de los grandes problemas de la sociedad actual.

“Las medidas de conciliación me dan la oportunidad de integrar mejor los ámbitos de mi vida profesional y personal con armonía, lo que me permite ser una persona más productiva”, concluye.

 

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