Mi nombre es Jenny Alayo Castañeda, peruana de nacimiento. Llegué a Barcelona hace más de 20 años, y vine con el sueño de ejercer mi carrera aquí, pero mi realidad fue otra: tuve que luchar incesantemente para traer a mi hija conmigo, trabajando sin parar; aprendí el catalán, aún recuerdo con cariño a mis compañeros, la mayoría de aquí, de Barcelona, que no hablaban el idioma o les daba vergüenza practicarlo por culpa de la represión del pasado. Yo sí me atrevía, y les decía: si no os enfrentáis a vuestros miedos, no los superaréis. No temáis las críticas, temed la pasividad ante la injusticia; eso sí es vergonzoso.
Me fui formando con una filosofía de luchar por mis derechos, sabiendo que es el mejor legado para mis hijas. Entré en el sector del taxi, hace más de 7 años, un sector mayoritariamente masculino, que me enriquece día a día y que me fortalece, lo que me permitió desde el primer día combinar mi responsabilidad de madre con mi desempeño laboral.
Desde el pasado 28 de enero, he asumido la presidencia de la Agrupación Taxi Companys (ATC), un gran reto como profesional y mujer. Continuaré trabajando con tesón, en equipo y, sobre todo, fomentando la unión en el sector; todos somos necesarios, cuantos más, mejor.
La realidad actual originada por la COVID-19 nos hace reinventar y planificar nuevas rutas de trabajo, desde una movilidad urbana con aumento de paradas en hospitales, clínicas, centros de salud para gente mayor, de plazas de paradas ya existentes, así como estar regulados en un 60% de lunes a viernes y en un 25% los fines de semana.
Desde la agrupación que presido, la junta, el consejo y todos los socios y colaboradores como PakTaxi, Anget y TLU, seguimos pidiendo a los gobiernos central, autonómico y local que velen por el cumplimiento de la LEY 1/30; por el levantamiento de esa cautelar impuesta desde el TSJC a la licencia municipal, por el cumplimiento de la regulación en las VTC que se saltan la precontratación de los 15 minutos; que cuenten con nosotros para el Plan de Movilidad Urbana, entre otros. No podemos permitir que la ilegalidad y el incumplimiento de las leyes se conviertan en algo normal. El taxi es un servicio público de interés general y esencial, así lo estableció el Tribunal Supremo en el 2018.
Seguiremos velando por nuestros derechos y por el derecho de los ciudadanos a tener una movilidad segura y regulada, con precios justos, y continuaremos trabajando para ser el mejor taxi de Europa.