La nueva división del fabricante de muebles StilRicart adapta a nuevos usos el modelo de oficina móvil que creó durante la pandemia, como respuesta a las necesidades del mercado laboral
La compañía StilChest surgió en 2020 como una revolución en los espacios de trabajo a raíz de la pandemia del coronavirus, con el diseño y la fabricación de un módulo integral, sostenible, compacto y portátil que facilita el teletrabajo en los hogares.
Este proyecto, liderado por Judit Ricart, representante de la tercera generación del fabricante de muebles StilRicart de la Garriga (Vallès Oriental), se ha consolidado como un nuevo negocio dentro del grupo familiar. Con menos de un año de trayectoria empresarial, la división StilChest está evolucionando para introducirse en nuevos segmentos de actividad. Es una apuesta para hacer del diseño de muebles una solución en el contexto sociolaboral actual, saliendo del mueble tradicional para ofrecer un mobiliario mucho más práctico, moderno y equipado con tecnología.
Poniendo una vez más el mundo del mueble al servicio de las personas y las empresas, StilChest observa cómo en la postpandemia el teletrabajo no se está implementando tanto como se esperaba y, en cambio, gracias a una demanda creciente, ve como la adaptabilidad, interactividad y polivalencia del módulo inteligente es una solución idónea para las emergencias sanitarias o climáticas, para acontecimientos y también como tienda efímera. La pieza del mobiliario diseñada por StilChest es un workplace, un módulo con ruedas que se puede cerrar y transportar como si se tratara de un gran maletín, que permite establecer en cualquier espacio una oficina o un punto de trabajo sin instalación previa, siempre que se disponga de un punto de corriente eléctrica estándar.
Judit Ricart explica que actualmente ya fabrican seis tipos de oficinas móviles adecuadas para los hogares o como punto de trabajo móvil para diferentes acontecimientos, como tienda efímera para testar nuevos puntos de venta (como si se tratara de una pequeña pop up store), como punto de atención sanitaria o para emergencias diversas, como puesto de trabajo para ferias y congresos. También tienen previsto comercializarlo para facilitar zonas flexibles de business en los hoteles o como espacio para la promoción de productos en diferentes lugares. En todos estos módulos, la tecnología y la conectividad son herramientas indispensables que hacen de la oficina móvil un punto de trabajo inteligente.
“Adaptamos a cada cliente y a cada finalidad, no solo las herramientas tecnológicas que se requieren, sino también las medidas del módulo para que pueda ser transportado y ubicado de manera fácil y rápida, ya que una de las ventajas primordiales de la oficina móvil es que no hay que recoger el material que se usa cada vez que se acaba el trabajo”, explica Judit Ricart. Las medidas estándares son 1,90 metros de altura, por 1,40 metros de ancho, y 70 centímetros de fondo. “Podemos adaptarlo a las medidas que requiera una empresa o un particular”, insiste.
Entre otras cuestiones, desde el taller de la Garriga se han diseñado y fabricado cinco unidades de un modelo de SC Health que el personal de la Cruz Roja ha utilizado como unidad móvil para realizar test Covid-19 en diferentes puntos de toda Cataluña. “La polivalencia de este módulo nos da una gran capacidad de reacción para adaptarlo a muchos sectores y servicios”, concreta Ricart, que explica que puede ser una solución muy rápida para afrontar las emergencias climáticas, “en sucesos como el del volcán de La Palma”, porque se puede desplazar con facilidad.
La compañía StilChest cree que después de testar sus modelos en el mercado español será el momento de abordar la exportación.
Unidades en alquiler
Profundizando en la apuesta por la innovación, StilChest quiere disponer de un número de oficinas móviles para ofrecerlas en régimen de alquiler tanto para empresas como para particulares. “Será una opción muy interesante para las personas que vienen de fuera para poder asistir durante unos cuántos días a una feria o un congreso y que necesitan un espacio temporal para trabajar, pero que no quieren hacer la inversión en un estand ferial”, dice Ricart. La responsable de StilChest explica que han detectado que hay interés creciente por este tipo de mobiliario entre las empresas que se dedican a la organización de acontecimientos para poder trasladarse a los lugares donde hay demanda y ofrecer, fuera de sus oficinas habituales, una imagen de calidad vinculada a la innovación.
StilChest, como todo el grupo StilRicart, trabaja con madera de calidad y con la certificación FSC de Cadena de Custodia que garantiza que se ha comprobado y verificado la trazabilidad de los productos provenientes de bosques y hasta el consumidor final. “Tenemos cuidado a la hora de elegir nuestros proveedores en materia de sostenibilidad y también fomentamos los productos y la mano de obra local”, manifiesta la consejera delegada de StilChest. Afirma que el cambio de cultura y de hábitos en el sector del mueble se ha hecho patente y, como muestra de esto, explica el auge que ha tenido el bambú como madera eco-friendly.
Unos cambios que se dan en muchos ámbitos, desde los hogares hasta las oficinas, pasando por la restauración: “Hemos colaborado con el grupo de interioristas de Quintana Partners en el diseño del restaurante Gala, un nuevo concepto dentro del grupo de restauración Isabella’s”, que se ha abierto en Barcelona.
El grupo StilRicart
El grupo StilRicart cerró en 2021 con unas ventas de 1,5 millones de euros. La compañía cuenta con la última tecnología para el diseño y la fabricación de mobiliario a medida y ofrece un servicio integral, desde el diseño hasta la instalación. En materia de innovación, la firma de la Garriga busca permanentemente nuevos materiales y tecnologías aplicables en el mueble, para ofrecer las mejores soluciones. A la vez, apuesta por la sostenibilidad: “El camino hacia el desarrollo sostenible es imparable y en StilRicart, lo sabemos. Por eso, trabajamos con materiales sostenibles y hacemos una apuesta para que su porcentaje de uso incremente día a día”, concluye Judit Ricart.