Estamos ante nuevos entornos y ante un cambio de paradigmas que exigen nuevas respuestas, nuevos liderazgos y nuevos aprendizajes en la gobernanza y toma de decisiones del sistema y de las organizaciones. Como decía Albert Einstein: “No podemos resolver los problemas pensando del mismo modo que cuando los creamos”.
En este contexto, es más importante hablar de valores, alinear objetivos, generar complicidades, pasar del relato a la acción, y promover nuevos modelos de compromiso profesional y ciudadano. No solo es importante que las cosas funcionen, sino también que emocionen, y aquí el liderazgo femenino abre nuevas perspectivas.
Sin embargo, si reconocemos y respetamos la diversidad no podemos teorizar sobre el tema a partir de unos estereotipos y, por tanto, quisiera compartir algunas lecciones aprendidas a partir de una experiencia personal y profesional de rol directivo dentro del sector de la salud:
• Tener e invertir en conocimiento y, sobre todo, saber gestionar los entornos para lograr los objetivos sin perder la ingenuidad.
• Tener capacidad y actitud para diseñar y ejecutar proyectos que promuevan ambición colectiva y alinear objetivos profesionales y personales generando complicidad y compromiso.
• Promover liderazgos de equipos, no liderazgos individuales, desde la diversidad, para conseguir que salga lo mejor de cada persona. Como decía un proverbio africano, “Si quieres ir rápido ve solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado”.
• Ejercer una autoridad “silenciosa”. La autoridad no te la da solo el conocimiento o el nivel jerárquico, la autoridad te la reconocen o no te la reconocen y va ligada a la capacidad de tomar decisiones compartidas y de ilusionar con un proyecto.
• Ejercer un liderazgo “humanista” con generosidad y serenidad, entendiendo que el poder es servir.
• Cuidar el equilibrio personal, familiar, profesional y social que te permita relativizar y dar sentido a la vida más allá del entorno profesional, siendo uno mismo en todos los ámbitos, sin querer representar ningún papel.
A nivel profesional pasamos muchas etapas y vamos sumando experiencias y, seguramente, la “sabiduría” que vayamos adquiriendo radica en esto, en aplicar el conocimiento con inteligencia y nobleza. Y esta es la aportación que desde la diversidad de la perspectiva de género tenemos que trasladar a las nuevas generaciones.
Un líder es mejor cuando la gente prácticamente no sabe que existe, y cuando su trabajo está hecho y su hito alcanzado, y los demás dicen: “Lo hicimos nosotros”. Lao Tzu, filósofo chino.
Roser Fernández
Directora General de La Unió y de la Fundació Unió.
Ex secretaria General de Salud 2011-2015.