No existe una estrategia global de comunicación, bien diseñada y ejecutada, que no incluya la comunicación interna. El sentido común ya nos lo advierte, pero algunas empresas y organizaciones siguen sin una adecuada gestión de la comunicación interna . Y sin esta, es imposible proyectar a largo plazo una buena imagen externa y construir una sólida reputación corporativa .
Una norma que nunca falla a la hora de diseñar un plan o poner en marcha cualquier estrategia de comunicación es poner a empleados o clientes, según el caso, en el centro. Dales el mando, ofrece la posibilidad de contribuir a cambiar las cosas y de mejorar la empresa.
“Una norma que nunca falla a la hora de diseñar un plan o poner en marcha cualquier estrategia de comunicación es poner a empleados o clientes, según el caso, en el centro.”
De esta manera, seguramente, te abrirán los ojos y te otorgarán una perspectiva nueva y distintas de las que te habías planteado hasta entonces. Los datos demuestran que hay que relacionar las dos comunicaciones, la interna y la externa, ya que mientras el 80% de las organizaciones piensan que ofrecen una experiencia o servicio superior, sólo el 8% de sus clientes lo perciben así . En cambio, si se les hubiera escuchado y hubiera habido comunicación entre ambas partes, estos errores se hubieran solucionado antes y sin ninguna consecuencia negativa.
Una buena medida es anticiparte a los deseos de los tu público, porque en comunicación ya se sabe: si no vas un paso por delante, vas un paso por detrás . Y hay que estar al día!
En la comunicación interna ocurre algo similar. La mayoría de las empresas piensan que su clima laboral es positivo, que el personal está identificado con los valores de la empresa y que sus condiciones laborales están por encima de la media. Pero sólo hay que explorar un poco para darnos cuenta de la distancia entre percepción y realidad, donde la comunicación es un valor más seguro.
Por lo tanto, cambia el foco, privilegia a empleados y clientes, ofréceles las herramientas necesarias para sentirse parte de un proyecto común … Y con esta receta común – para la comunicación, en su vertiente externo e interno -, saludable, válida para cualquier época del año, económica y por la que la ilusión y la actitud es más importante que los conocimientos de cocina, lograrás tu objetivo.
