Cuando hablamos de orientación profesional queremos decir acompañamiento profesional, asesoramiento para el crecimiento en el ámbito laboral de las personas. Ahora bien, ¿hasta qué punto es importante disponer de una buena orientación profesional?
Desde PIMEC defendemos el asesoramiento laboral a lo largo de la vida como herramienta para ayudar a las personas a encontrar sus capacidades y potencialidades, con el fin de poder encajar sus capacidades en el mercado de trabajo actual, en constante cambio, al que se tienen que adaptar. Incluso puede ayudar a descubrir y/o redefinir sus intereses profesionales.
La orientación profesional permanente se convierte en un recurso esencial para el crecimiento profesional y social de las personas en un contexto laboral en constante transformación.
Detección y mejora de las capacidades como herramienta de empoderamiento
Independientemente del perfil y la trayectoria de la persona, conocer de la mano de profesionales las demandas reales del mercado de trabajo permite definir la estrategia más eficiente para la búsqueda de empleo. Por tanto, la orientación laboral es una oportunidad única para potenciar al máximo las herramientas y recursos para conseguir objetivos profesionales y de mejora competencial. Por eso, la orientación propicia el acompañamiento a las personas tanto a nivel laboral como emocional.
Por un lado, devolviendo a estas la confianza en sí mismas, mediante el reconocimiento de las habilidades desarrolladas a lo largo de su trayectoria vital y profesional, identificando los puntos fuertes de su perfil.
Por otro lado, facilitando estrategias de mejora que acerquen a la persona a su objetivo adecuando las herramientas de búsqueda. Y además, adquiriendo un conocimiento actual y realista del contexto laboral, así como de las tendencias del sector de interés que le permita ubicarse de manera efectiva.
Por este motivo, consideramos que la orientación laboral puede ser un servicio que facilite el empoderamiento de las personas, al margen de los factores estructurales. Todo ello devolviendo la confianza en su capacidad de insertarse laboralmente, con una metodología actualizada, competitiva y con un mayor autoconocimiento de sí mismas.
El asesoramiento laboral durante la covid
Este año, la crisis sanitaria derivada de la covid ha causado una situación excepcional dentro del mercado de trabajo. Así pues, muchos sectores económicos se han visto afectados gravemente, lo que derivado en la finalización de la actividad de muchos establecimientos y autónomos.
En este sentido, el efecto de la crisis se ha visto reflejado en el volumen de solicitudes de servicios de orientación profesional. Más aún, la tarea de acompañamiento ha sido clave para poder hacer frente a una situación sobrevenida de manera repentina para muchas personas trabajadoras. A pesar de la complejidad y dureza de la situación, poder participar en Programas de Orientación a menudo ha significado la aparición de oportunidades. Como por ejemplo cambiar de objetivo profesional, el reciclaje de competencias mediante la formación o un mejor conocimiento del contexto poniendo en valor todo aquello aprendido durante la trayectoria profesional de cada persona.
Tal y como se ha dicho, los Servicios de Orientación profesional están especializados en conocer las tendencias del mercado de trabajo, sus demandas y los cambios que se producen. En consecuencia, pueden ajustar al máximo el proceso de mejora que se desarrolla, y personalizar la atención teniendo en cuenta las necesidades y situaciones. Por otro lado, es un servicio adecuado para personas que han perdido su negocio y necesitan reorientarse, ya sea para dar forma a un nuevo proyecto o para iniciar una carrera por cuenta ajena.
¿Cómo se pueden mejorar los servicios de asesoramiento profesional existentes?
Sea una entidad pública, sea privada, un ente social o una asociación empresarial, todas tienen algo en común en el ámbito de la orientación laboral: pueden prestar servicios de asesoramiento profesional gracias a la ejecución de programas y proyectos de políticas públicas de empleo. En concreto, estas políticas son impulsadas y financiadas por el Departamento de Trabajo. No obstante, hay que destacar que según el estudio reciente de PIMEC “Apuntes sobre las políticas activas de empleo”, el importe destinado a las políticas activas, en contraste con las pasivas, es solo de un 17% de la financiación total.
Por este motivo, durante una rueda de prensa celebrada el pasado junio presentamos propuestas para mejorar y ampliar el abanico de políticas activas existentes. Entre otras, las propuestas de PIMEC son:
- Lograr que las políticas activas de empleo sean más efectivas y den respuesta a un porcentaje más elevado del presupuesto total
- Reforzar el papel de los agentes sociales
- La profesionalización tanto de la orientación profesional como de la formación
- Ayudas a la contratación de personas
Consideramos, pues, indispensable poder seguir ofreciendo servicios de orientación profesional a las personas, tanto en situación de desempleo como trabajadoras en activo, y ampliar el abanico de recursos que se pone a disposición de la ciudadanía, por los buenos resultados que se obtienen y que al mismo tiempo revierten en la mejora de la competitividad de las empresas, calificando y asesorando a sus personas trabajadoras.
En conclusión, la clave del éxito en un mercado de trabajo en constante evolución es posible cuando el asesoramiento se puede dar en cualquier momento de la vida profesional de las personas. Esto requiere una mayor implicación y profesionalización de las personas trabajadoras así como, por parte de las empresas, una estrategia efectiva en materia de políticas de recursos humanos.