La Federación de Comercio de la Selva ha recibido el Premio Nacional de Comercio a la Iniciativa Colectiva, por la campaña ‘Acercamos el Comercio. En la Selva, Todos Somos Comercio Local’. La actuación, enfocada a impulsar el comercio de proximidad sobre todo entre el colectivo más joven, se ha materializado gracias al trabajo conjunto de las asociaciones de comerciantes de Arbúcies, Breda, Sant Hilari Sacalm, Santa Coloma de Farners, Sils y Vidreres. La presidenta de la Federación, Marta Julià, nos lo explica:
¿Qué sensaciones has tenido al recoger este premio?
MJ: Una satisfacción muy grande que quiero compartir con mis compañeros y compañeras de la Federación, sin ellos no habría sido posible. Siempre es un orgullo que te reconozcan una tarea bien hecha y juntos hemos evidenciado que podemos lograr todos los retos que nos proponemos con éxito. Este galardón nos ayuda a poner en valor la tarea de todas las personas que en algún momento han aportado su saber hacer a nuestro proyecto asociativo.
¿Por qué crees que habéis ganado este premio? ¿Cuáles son los valores que definen a la Federación y los que quiere transmitir?
MJ: Siempre hemos tenido muy presente que nuestra identidad conjunta tiene que ir ligada a la construcción de la diferencia, diferenciarnos nos permite aumentar la relevancia de cada una de nuestras acciones. La campaña por la cual hemos sido premiados iba dirigida a los niños, nuestros futuros clientes, e iba acompañada de una fuerte carga educativa y de concienciación hacia la compra local poniendo en valor el papel del comercio en la riqueza urbana y el mantenimiento de la vitalidad de todos los municipios de la comarca.
La Federación de comercio de la Selva es pionera en el liderazgo de un proyecto común de economía asociativa para promover el desarrollo económico de la comarca mediante la cooperación empresarial a corto, medio y largo plazo con una nueva visión y desde el ámbito supramunicipal. Estamos ante una iniciativa que suma y siempre hemos tenido el convencimiento de que tenemos un tesoro incalculable, las personas que formamos parte de este entramado. El trabajo en equipo nos permite favorecer la creatividad, el compromiso, la ejecución de las tareas, los resultados, las relaciones interpersonales y el crecimiento personal.
¿Cuál es el secreto de mantener viva la iniciativa colectiva?
MJ: Tenemos claro que tenemos que partir de una óptica desde dentro y desde bajo, huyendo de planteamientos genéricos, integrando las personas y creando espacios donde germinan nuevas ideas que hay que desarrollar con la certeza de que las cosas se pueden hacer siempre mejor. El respeto, el diálogo y el fomento de un modelo de organización en el cual todas las personas implicadas han tenido acceso mediante la participación en todo el proceso, pero también en la toma de decisiones ha sido, sin ningún tipo de duda, la clave.
Aprender a escuchar, a mirar, a hacer y a compartir con generosidad nos ha permitido desmarcarnos de la competencia y diferenciarnos buscando nuevas formas de hacer las cosas, nuevas maneras de organizarnos, nuevos valores y nuevas fórmulas para utilizar el know-how interno que tan buenos resultados nos ha dado. Un aprender que ultrapasa el ámbito de la formación, que nos permite abrir las miradas hacia el que nos rodea sin límites y sin perder de vista nuestro objetivo principal que acontece nuestra razón de ser.
Después de las dificultades que ha vivido el comercio los últimos años con la pandemia, se puede decir que la Federación, además de destacar por su iniciativa colectiva, destaca también por su resiliencia. ¿Cómo lo habéis vivido?
MJ: Han sido tiempos difíciles para el sector, en todos los aspectos, pero la fuerza del colectivo ha sido trascendental en el acompañamiento a todos los establecimientos. El hecho de poder compartir angustias y miedos pero también poner sobre la mesa acciones comunes que nos permitieran seguir adelante ha sido un incentivo para todos. A nosotros nos gusta decir que la Federación es el punto neurálgico de las asociaciones que forman parte y realmente así ha sido.
Este año es vuestro 20º aniversario. ¡Doble enhorabuena! ¿Cómo valoras, el recorrido de la Federación?
MJ: Durante todos estos años hemos ido superando todos los retos que se nos han puesto delante y hemos ido evolucionando en función a los cambios exponenciales que se han ido sucediendo en muy poco tiempo. Comercio es cultura, es patrimonio, es creatividad y transformación. El comercio tiene un papel activo en la construcción del modelo de ciudad y promueve la cohesión social que configura las voluntades de todos los que viven y, con esta premisa, hemos ido construyendo todas y cada una de nuestras propuestas.
Fruto de este modo de entender nuestro proyecto colectivo hemos conseguido grandes hitos y hemos desarrollado proyectos innovadores que nos han permitido llegar a día de hoy siendo una entidad conocida y reconocida en todo nuestro territorio y en Cataluña en general.
¿Cómo se está adaptando la Federación a los cambios que ha exigido la pandemia, como la digitalización? ¿Qué oportunidad os ha brindado esta crisis?
MJ: Identificar las nuevas exigencias, analizar el impacto de los nuevos hábitos sobre la oferta existente, identificar las necesidades de innovación en nuevas tecnologías y detectar nuevas áreas de oportunidades no se puede hacer sin un entramado de relaciones en cooperación del sector público y privado y cualquier reflexión estratégica que se inicie en el momento del diseño de un nuevo escenario es especialmente útil en aquellos sectores donde la incertidumbre de prever un futuro es muy elevada y donde casi no se practica el pensamiento estratégico porque la mayoría de los agentes están centrados en objetivos a corto plazo.
Fieles a nuestros objetivos, estamos atentos a todos los cambios y prevemos acciones adaptadas a nuestro entorno más inmediato huyendo de planteamientos genéricos y homogeneizadores.
¿Qué proyectos tenéis sobre la mesa? ¿En que estáis trabajando?
Pensar en grande y actuar juntos. Siempre he pensado que si no sabes a dónde vas tampoco importa donde llegues. Cuando una cosa funciona, quizás no hay que tocarla a corto plazo, pero automáticamente, hay que empezar a pensar creativamente en escenarios de futuro que nos permitan seguir recogiendo éxitos, uno tras otro. El comercio de la Selva tiene historia y tiene una historia para explicar y descubrir.
El diseño de un escenario de futuro es una herramienta de previsión que está en sintonía, cada vez más, con los tiempos actuales. La materialización de los retos que nos planteamos a partir de ahora dependerá en gran medida de nuestra capacidad para asumir los cambios y afrontarlos con las medidas estratégicas correctas y los recursos adecuados.
¿Cuáles son las demandas más urgentes que hace la Federación a las administraciones públicas para el comercio de proximidad?
MJ: Además de las necesidades actuales, conocidas y demandadas por todos, nos preocupa especialmente la pérdida de relevancia del comercio en el centro de las políticas públicas. Hace tiempo que hablamos de modelos de ciudad, de comercio, pero no es fácil verlo reflejado con consenso a las diferentes administraciones. Nos hacen falta normativas justas, adaptadas y adaptables a cada realidad, inequívocas y “no interpretables” y que permitan o se sustenten en la base del sentido común y no de las imposiciones.
Tenemos el reto de mantener un entramado comercial en todos los pueblos y ciudades de Cataluña que permitan un desarrollo sostenible del territorio y de la actividad económica antes de que sea demasiada tarde y hay que contar con todos los medios para garantizar el éxito.
