¿Como se llama tu negocio? ¿Como has bautizado tu producto o servicio? ¿Qué colores tiene el logotipo? ¿Qué tipografía usas? ¿Qué transmite? ¿Se adecua al carácter o personalidad que tiene tu empresa? Crear una marca y que transmita valores es un tema clave para definir tu identidad.
En este y próximos posts trataremos el tema y repasaremos conceptos como el Naming, la imagen corporativa, el libro de estilos, la audiobranding , entre otros.
La marca, tu tarjeta de presentación
La imagen, forma, sonido, colores, o palabras que utilizas para “vestir” tu nombre dicen mucho de ti, y con el tiempo consolidan tu marca mediante la cual los usuarios te reconocen y te asocias a unos valores determinados.
Debemos entender la marca más allá del logotipo gráfico, la imagen corporativa , o el nombre comercial.
Se trata del conjunto de elementos, nombre, símbolos, signos, diseño, imágenes, sonidos o una combinación de todos ellos que se otorgan a una empresa, negocio, producto o servicio dándole identidad única, y lo distinguen ante el resto en el mercado.
La marca puede ser corporativa en cuando nos referimos a una empresa o negocio, o bien una marca de producto o servicio. Por poner un ejemplo, Nestlé sería una marca corporativa, y Nescafé o Nesquik marcas de producto.
A menudo es tu tarjeta de presentación, la primera información que reciben de ti, y por tanto lo que determina una primera impresión.
En este primer post a modo de introducción, y tanto si ya tienes creada una marca como si lo tienes que crear, analizamos cómo es o cómo debe ser esta marca para que sea coherente al mensaje que quieres transmitir, y los valores intrínsecos de tu empresa, negocio, producto o servicio.
El significado de los elementos que forman tu marca
Por ejemplo, seguro que no te sorprende relacionar el negro con una marca que quiere transmitir elegancia. Cuenta sin embargo, el negro también se relaciona con la noche y cierta oscuridad – digamos cierto misterio -, por lo tanto puede que no casa con tu negocio si quieres posicionar dentro de la gama de la elegancia pero tiene una connotación, quizá, claramente ecológica, de actividad diurna, o quiere transmitir a la vez luz y alegría.
Últimamente está “de moda” la tipología (tipo de letra que se utiliza) vintage, retro, con aires románticos, hasta rústicos y semejantes a escritos a mano. Si somos una empresa dedicada a las nuevas tecnologías, no tendría demasiado sentido seguir esta “moda”.
¿Te imaginas un banco utilizando un símbolo que se parezca a una máscara o antifaz? ¿Y una jardinería que recuerde a una fábrica?
¿O si llamaras al teléfono de atención al cliente de tu aseguradora y el sonido de espera fuera una música de terror?
Asimismo pensar cómo se debe decir y cómo debe ser tu marca, hay decisiones que parecen evidentes o de sentido común, pero existen miles de sutilezas que nos pueden hacer errar, y predestinar nuestra marca a no ser reconocida o pasar desapercibida.
O peor aún, a proyectar una imagen en la que no nos identificamos, o está lejos de nuestros valores.
Establecer un análisis de avanzado, pensar en los elementos y una estrategia global, sin duda y como siempre, nos ayudará a acertar.
No se pierdan el post de nuestros compañeros de jurídico respecto al registro de patentes y marcas!