Muchas escuelas y centros educativos cerraron en marzo de 2020 con motivo de la pandemia, por lo que un gran número de empresas del sector tuvieron que impulsar una transformación digital exprés para poder continuar su actividad. Así, muchos alumnos evitaron la interrupción de sus estudios y muchas escuelas pudieron seguir ofreciendo sus servicios de una manera diferente: telemáticamente. Para conseguirlo, tuvieron que invertir en la instalación de nuevos programas de retransmisión en directo, material informático y formación para los trabajadores y trabajadoras.
Es el caso de la escuela de idiomas Madison, fundada en 1989 y con una plantilla actual de 19 profesores y profesoras, la mitad de los cuales son nativos. La escuela imparte actualmente 10 idiomas (inglés, francés, alemán, japonés, ruso, italiano, chino, árabe, catalán para extranjeros y castellano para extranjeros) y es centro preparador de los exámenes de la Universidad de Cambridge y del Trinity College, así como centro acreditado por la Escuela de Idiomas Modernos de la Universidad de Barcelona.
Su fundador, director gerente y jefe de estudios, Eduard Salas, explica que el centro reorientó su actividad hacia un paradigma de enseñanza en línea que posibilitara la continuidad de los estudios de todos los alumnos: “Esto supuso tener que formar a nuestro profesorado en un tiempo récord y hacer un seguimiento de la implantación de las nuevas herramientas de trabajo”. Además, destaca que mucha gente no estaba acostumbrada a utilizar dispositivos tecnológicos y las consultas por problemas técnicos eran prácticamente diarias. En la actualidad, esta práctica es ya tan habitual en la escuela que incluso se ha creado una cultura en línea de la formación que complementa las clases presenciales. De este modo, sus cursos continuarán impartiéndose tanto en modalidad física (presencial), como telemática (videoconferencia), como híbrida.
Hace 32 años que Madison imparte cursos de idiomas en las comarcas de la Catalunya Central, tanto al público en general como en escuelas públicas y privadas, empresas, organismos públicos, etc.
Eduard Salas celebra que, “curiosamente, la pandemia no solo no nos ha restado alumnado, sino que hemos incrementado el número de estudiantes, tanto durante el curso académico como en los cursos intensivos de verano”. Además, ha puesto en valor la tarea solidaria del centro, el cual lleva a cabo diferentes proyectos en países del África subsahariana en el ámbito de la enseñanza desde hace 10 años. “En estos momentos estamos trabajando para introducir el castellano en el sistema educativo universitario de Nigeria a través de un programa piloto en dos de las más prestigiosas universidades del país. El cambio de paradigma docente derivado de la realidad pandémica nos hizo considerar una propuesta de enseñanza del idioma mediante videoconferencia en un país sin ninguna tradición de aprendizaje del castellano por parte de la comunidad estudiantil”, ha añadido antes de anunciar que esta idea “ha sido muy bien recibida por los correspondientes decanatos” y que actualmente están elaborando las líneas maestras de actuación y los protocolos de trabajo a seguir.
Por otro lado, hay que destacar que el sector de las escuelas de idiomas ha sido uno de los grandes olvidados en el reparto de ayudas directas a las empresas afectadas por la Covid-19, hecho que PIMEC ya denunció cuando se hicieron públicas las medidas.